Descripción. El poleo es una planta rastrera que puede alcanzar una altura de 10 a 40cm, tiene hojas pequeñas, elípticas, dispuestas en pares opuestos en el tallo. Sus flores son de color rosa-púrpura y la planta desprende un aroma a menta muy distintivo, de ahí que en ocasiones reciba el nombre de menta poleo.
Reino: Plantas
Anthophyta Phylum
Clasificación: Magnoliopsida
Orden: Lamiales
Familia: Lamiaceae
Género: Mentha
Biología. El poleo es una planta perenne que florece de junio a octubre. Ha sido muy común en jardines y casas donde se ha utilizado como tratamiento para muchas enfermedades, como los resfriados y como repelente de pulgas.
Distribución. Esta especie nativa ha experimentado una de las peores caídas de cualquier planta de Reino Unido. Antes encontraba en gran parte de las tierras bajas de Inglaterra y Gales, pero ahora sólo crece en algunos sitios, como el New Forest, en Inglaterra y las orillas del lago Beg, en Irlanda del Norte. No obstante se dice que ha logrado introducirse con éxito en el sur de Gran Bretaña, así como en gran parte de Europa y América del Norte.
Hábitat. Habita en pastizales inundados estacionalmente húmedos y por lo general se asocia a los bordes de las lagunas temporales. El hábitat de esta especie generalmente cuenta con césped muy corto y con la presencia de pastoreo o perturbación durante todo el año.
Estado. Clasificada como Vulnerable y especie totalmente protegida en el Reino Unido, mediante el anexo 8 de Vida Silvestre y Paisajes Rurales, de 1981 y por la Orden de Vida Silvestre de Irlanda del Norte, 1985.
Amenazas. La pérdida generalizada de hábitats estacionalmente húmedos, el abandono de las técnicas tradicionales de gestión y la intensificación agrícola, incluidos los fertilizantes químicos y el uso de herbicidas, son todos responsables de la disminución de las poblaciones de esta especie.
Conservación. El poleo es una especie de prioridad para los planes de conservación en Reino Unido. El objetivo es mantener la gama actual y restaurar las poblaciones existentes antiguamente. También se ha propuesto encaminar el desarrollo de una población ex-situ, con el fin de proporcionar una fuente de posibles reintroducciones futuras y proteger la diversidad genética.