El siluro gigante del Mekong o pez gato del Mekong es confundido a menudo con un tiburón en el agua, pueden ser muy grandes, de hasta 10 ½ pies de largo y pesar hasta 660 libras. Es considerado el mayor pez de agua dulce en el mundo.
Estado de conservación: peligro crítico.
Descripción. El pez gato del Mekong es de color gris claro, con plateado en la parte superior, y de un amarillo o crema en el vientre. No tienen dientes, los que resulta interesante, pues son la única especie de pez gato que no tienen ningún diente.
Distribución. El Mekong habita en Asia Sur-Oriental, y tienden a vivir en las zonas más profundas del agua o donde el agua fluye rápidamente. Son difíciles de ver, debido a su lugar de residencia en el agua, pero se estima que sólo unos pocos cientos de adultos permanecen en su hábitat natural en este punto en el tiempo.
Comportamiento. Existen muchas cosas que los expertos aún no saben acerca de la vida del siluro gigante del Mekong, y muchos de sus comportamientos continúan siendo un misterio. No se cree que sean agresivos, en términos de comportamiento, sin embargo, son conocidos por ser muy fuertes. Migran grandes distancias cada año, pues necesitan determinados entornos para realizar el desove y la cría.
Alimentación. Cuando el pez gato del Mekong es joven se alimenta de varias formas de zooplancton. Cuando tienen cerca de 1 año, comienzan a cambiar su dieta y a consumir gran cantidad de algas y plantas desde el fondo del agua. Pasan mucho tiempo en el consumo de alimentos, ya que necesitan grandes volúmenes del mismo para satisfacer sus necesidades nutricionales.
Reproducción. Cuando comienza la temporada de lluvias, el siluro gigante del Mekong comenzará a reproducirse. Sólo los más grandes serán capaces de aparearse, pues el tamaño es lo que determina su madurez, y no su edad. Aunque estos peces crecen rápido, y la mayor parte de ellos son capaces de aparearse a los 6 años de edad.
Conservación. El siluro gigante del Mekong se considera en peligro crítico en este punto en el tiempo. Se cree que en los últimos 15 años han perdido al menos el 80% de su hábitat. Existen esfuerzos para ayudarlos, pero muchos temen que sea demasiado tarde paraqué sus números vuelvan a ser los suficientemente altos en la naturaleza. Existe prohibición de captura para este pez en varios lugares, pero las leyes no se hacen cumplir y su pesca continúa.
Algunos de los esfuerzos de conservación incluyen su cría en cautiverio para luego liberarlos en la naturaleza. Incluso cuando se replican las condiciones de cautiverio, no parecen hacerlo bien una vez que son liberados de nuevo.
Con esto en mente, la dirección ha cambiado a trabajar en ayudar a aquellos que están prosperando en la naturaleza a alcanzar la mayoría de edad.