El perro salvaje africano puede medir alrededor de 2 ½ pies de altura, y tanto machos como hembras pueden pesar aproximadamente entre 39,6 y 79,2 libras. Tienen piernas largas y poderosas mandíbulas, junto con la terrible reputación de ser muy agresivos, sin embargo, hacen lo que instintivamente pueden para sobrevivir en su hábitat.

Estado de conservación: peligro.

Descripción. El perro salvaje africano se asemeja a la gran variedad de especies de caninos domésticos. Una diferencia importante es que sólo tienen cuatro dedos en cada pata, en lugar de cinco, su pelaje es más grueso en los meses más fríos y luego se elimina en los meses de verano para permanecer frescos.

Pueden ser de color marrón, negro y amarillento, y a menudo tienen una variedad de marcas distinguibles que los identifican. También pueden tener un poco de blanco en las puntas, manteniéndose bien camuflados en la naturaleza.

Distribución. El perro salvaje africano se encuentra en diferentes lugares de África, viven en un área bastante diversa en torno a este hábitat. A menudo se encuentran a lo largo de las llanuras, pero también viven en las regiones de bosques densos, generalmente, se encuentran a lo largo de las sabanas y las zonas áridas. Ellos se mueven en torno a un amplio rango de hábitat,  de manera que pueden tener las mejores oportunidades para encontrar a sus presas.

Comportamiento. Este canino es muy social, y también muy inteligente. Son criaturas curiosas y van a investigar su entorno, pueden vivir solos o en un grupo pequeño que les ayude con su socialización. Estos perros desarrollan una jerarquía cuando viven en grupos, que pueden ser de 7 a 15 de ellos por manada. Los que viven solos pueden haber sido exiliados de una manada o son demasiado jóvenes y deben encontrar su propia manada.

Alimentación. El perro salvaje africano es carnívoro, y también son carroñeros. Buscan su comida y aprovecharán cualquier oportunidad para conseguirla. A menudo consumen los restos que otros depredadores han dejado atrás. Son cazadores hábiles que se aprovechan de los animales débiles, y aunque algunos piensan que esto es injusto, en realidad juegan un papel muy importante en la naturaleza, pues ayudan a mantener la calidad genética entre las diversas especies de animales.

Cazan de una manera estratégica, con varios de ellos dando vueltas alrededor de la presa, esto les permite acercarse y reducir significativamente las posibilidades de escapar de sus presas. Sin embargo, también significa que el perro salvaje africano debe buscar suficiente comida para alimentar a toda la manada.

La jerarquía determina quién come antes y quien luego, esto puede significar que si existe una falta de alimentos los miembros de la manada de nivel inferior no van a tener suficiente. A veces optarán por dejar la manada y luego comenzar su propia jauría.

Reproducción. Sólo el macho alfa y la hembra alfa de la manada se aparean. Otros machos y hembras ayudarán a proteger a los jóvenes y a cuidar de ellos. Ella puede tener de 2 a 20 crías por camada, siendo la media de 8. Después del apareamiento, la hembra llevará a los cachorros en su cuerpo durante un período de 2 meses y medio antes de que nazcan. Serán ciegos e indefensos al nacer, pero pronto abrirán sus ojos. Consumen la leche desde el cuerpo de la madre. El promedio de vida para el perro salvaje africano es de 10 a 12 años.