En lugar de formar colonias como la mayoría de los corales, este coral (Heliofungia actiniformis) es solitario y de vida libre, es decir, que no se une al sustrato (excepto los jóvenes). El coral es plano con una gran boca central. El tejido blando que rodea la boca es de rayas. Los largos tentáculos de color púrpura oscuro o verdes con partes pálidas están extendidos de día y de noche y son similares a los de las anémonas gigantes. Los jóvenes Heliofungia (llamados acanthocauli) tienen poco que ver con la forma adulta,ya que tienen forma de discos aplanados y se unen al sustrato por medio de un tallo. Su parecido con las setas da a estos corales su nombre común. El Heliofungia actiniformis se consideraba parte del género Fungia, pero, a pesar de que los esqueletos y el hábitat son muy similares, difieren en su estructura de pólipo.
Biología. Los corales Heliofungia pueden reproducirse sexual o asexualmente. Durante la reproducción sexual, los huevos y el esperma se liberan en el agua donde el óvulo fertilizado se desarrolla en larvas. A los quince días las larvas se asientan cerca del sustrato duro. Los corales jóvenes asexualmente reproducidos pueden desarrollarse estando enterrados, dañados o con el tejido principal muerto. De cualquier manera, el resultado es un pólipo en forma de vaso que crece gradualmente en un disco aplanado unido al sustrato a través de un tallo. El tallo del coral finalmente se disuelve y este comienza a movilizarse. El coral recién móvil se apoya en la parte inferior donde madura y se reproduce.
Esta especie tiene algas microscópicas (zooxantelas) viviendo dentro de sus tejidos. A través de la fotosíntesis, las algas simbióticas producen moléculas ricas en energía que los pólipos de coral pueden utilizar como alimentación. Además, los pólipos pueden utilizar sus largos tentáculos para capturar a sus presas.
Rango. Este coral se encuentra en torno a Indonesia, Filipinas y Australia.
Hábitat. El Heliofungia actiniformis se encuentra generalmente sobre sustratos planos, blandos o cascotes, especialmente en lagunas de arrecifes o ambientes turbios poco profundos.
Estado. Esta especie está clasificada como Vulnerable (VU) en la Lista Roja de la UICN y está incluida en el Apéndice II de CITES.
Amenazas. Los corales Heliofungia enfrentan las muchas amenazas que están afectando a los arrecifes de coral de todo el mundo. Se estima que el 20 por ciento de los arrecifes de coral del mundo ya han sido destruidos y no muestran perspectivas inmediatas de recuperación; el 24 por ciento de los arrecifes del mundo están en riesgo inminente de colapso debido a la presión humana. Estos impactos humanos son producto de las deficientes prácticas de manejo de la tierra que están liberando más sedimentos, nutrientes y contaminantes en los océanos haciendo daños irreparables en el frágil ecosistema de los arrecifes. La pesca excesiva tiene efectos “en cadena” que se traduce en el aumento de macro-algas que pueden dejar fuera de competencia y sofocar a los corales así como la pesca utilizando métodos destructivos que destroza físicamente el arrecife. Una amenaza potencial adicional es el aumento de los eventos de blanqueamiento de coral como resultado del cambio climático global. La recolección de corales también puede suponer una amenaza para la especie. Es una de las diez principales especies en el comercio de coral vivo ya que sus grandes pólipos coloridos lo hace una especie deseable para los acuarios. Tiene una corta supervivencia en los acuarios ya que es muy sensible y por lo tanto puede ser necesario reemplazarlo con frecuencia, esto influye negativamente ya que es más demandado que otras especies más resistentes.
Conservación. Se encuentran enumerados en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), lo que significa que el comercio de esta especie debe ser regulado cuidadosamente. Indonesia y Fiji tienen cuotas de exportación de la especie. Los corales Heliofungia forman parte de la comunidad marina en muchas áreas marinas protegidas (AMP) que ofrecen a los arrecifes de coral un grado de protección y existen muchas organizaciones no gubernamentales en las áreas marinas protegidas más grandes para asegurar la persistencia de estos ecosistemas únicos y fascinantes.