Australia es a la vez el continente más pequeño y la isla más grande del mundo. Su relativo aislamiento ha creado una ecología como ninguna otra. Los animales australianos forman un grupo fascinante que incluye algunas de las criaturas más inusuales en el planeta.
El continente australiano se compone de enormes áreas de desierto y tierras semiáridas en su interior, selva subtropical en el noreste, así como de praderas y montañas a lo largo del perímetro. Aproximadamente el 90% de los animales nativos de Australia no se encuentran en ningún otro lugar, incluyendo el canguro, el koala, el equidna, el dingo, el ornitorrinco, el wallaby y el wombat.
Una distinción especial entre los animales australianos son los marsupiales, es decir criaturas cuyas crías se desarrollan en una bolsa en lugar de una placenta. Dos ejemplos muy conocidos son el canguro y el koala. Allí también se encuentran los únicos mamíferos en el mundo que ponen huevos, el increíble equidna y el extraordinariamente raro ornitorrinco.
Los murciélagos y los dingos son los únicos mamíferos placentarios que han llegado a Australia por su propia cuenta. Los dingos llegaron desde China a través de puentes de tierra hace unos 12.000 años y son los carnívoros más grandes del continente. Otros perros, gatos, caballos, vacas, ovejas y conejos fueron todos importados por los seres humanos.
Australia es el hogar de numerosas especies venenosas y peligrosas, desde el ornitorrinco, el caracol cono y muchas serpientes (serpiente taipán y serpiente marrón), hasta escorpiones, arañas (araña de Sydney), pulpos (pulpo de anillos azules), rayas, medusas (medusa avispa del mar) y peces. Hay que recordar que estas criaturas solo se defienden cuando se sienten amenazadas. Si estás en Australia es muy importante prestar atención a las señales de advertencia e indicaciones de las autoridades locales.