Datos de interés

• El águila filipina es el águila más grande del mundo y está tristemente en Peligro Crítico de extinción.
• El águila filipina puede vivir hasta 60 años de edad.
• Es también conocida como “águila come monos” porque se alimenta principalmente de monos y lémures voladores.
• Caza en pareja, un águila actuará como señuelo mientras que la otra entra en acción con un ataque sorpresa a un grupo de monos

El águila filipina (Pithecophagajefferyi) es el águila más grande del mundo y una de las rapaces más amenazadas. Los machos y las hembras son similares en apariencia, poseen un vientre y la parte interior de las alas de color blanco cremoso mientras que la parte superior tiene un color chocolate que es más pálido en los bordes de las plumas. Las largas plumas de la cabeza y la nuca forman una cresta distintiva de color beige con vetas negras. Los polluelos tienen plumas blancas y los jóvenes son similares en apariencia a los adultos pero tienen bordes blancos en las plumas de la espalda y la parte de arriba de las alas. Tiene fuertes patas amarillas con grandes y poderosas garras, el pico es de color gris azulado.

Tallas: Las hembras pueden llegar a medir 1 m, pesar 7kg y tener una envergadura de hasta 2 m.

Biología del águila filipina. El águila filipina puede vivir entre 30 y 60 años de edad. Se alimenta principalmente de lémures voladores, algalias de palmera y monos, de ahí el nombre común alternativo de “águila come monos”. Otras presas incluyen ratas, serpientes, ardillas voladoras, aves más pequeñas y murciélagos. Cuando cazan por separado se ven posados en un lugar aislado y se van moviendo poco a poco cuesta abajo de rama en rama antes de alzarse para caer sobre la presa. Se han observado parejas de águilas filipinas cazando juntas, una actúa como señuelo atrayendo la atención de un grupo de monos hacia ella mientras que la otra realiza un ataque sorpresa por la retaguardia. Las parejas  construyen un enorme nido en lo alto de la copa de los árboles, por lo general en un helecho epífito; ponen un huevo entre octubre y diciembre, la cría depende de sus padres por alrededor de un año.

Rango del águila filipina. Esta especie es endémica de las Filipinas y se encuentra en las islas mayores, Luzón, Samar, Leyte y Mindanao. El águila filipina estuvo una vez generalizada en estas islas y, aunque se desconoce la población actual, se cree que el número está por debajo de los 370 ejemplares.

Hábitat del águila filipina. El águila filipina habita en lo restos que van quedando de los  bosque primario dipterocárpeo de las Filipinas.

Estado del águila filipina. El águila filipina está clasificada como En Peligro Crítico (CR) en la Lista Roja de la UICN y figura en el Apéndice I de CITES.

Amenazas para el águila filipina. Aunque probablemente nunca fue abundante, la población del águila filipina ha experimentado una disminución precipitada, principalmente como resultado de la destrucción de su hábitat. Grandes extensiones de bosques tropicales en las Filipinas se han despejado para el desarrollo comercial y la agricultura migratoria. Las actividades mineras y la caza suponen una mayor amenaza para la supervivencia de esta majestuosa ave, por otra parte, la acumulación de pesticidas pueden ser responsables de la reducción de la tasa de reproducción que ya de por si es extremadamente lenta.

Conservación del águila filipina. El águila filipina está protegida por la ley en Filipinas y habita en una serie de áreas protegidas, el comercio internacional y el movimiento de esta especie también están restringidos y controlados por CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas). El Programa de Conservación del Águila Filipina está trabajando en campañas de educación, protección y vigilancia de los nidos y en la creación de un esquema de cría para su conservación en cautiverio, hasta ahora, se experimenta con dos polluelos nacidos en cautiverio con el fin de reintroducirlos a su hábitat natural y estudiar sus reacciones al medio. Los pollos y los huevos han sido tomados de las zonas de hábitat en peligro con el fin de establecer una población cautiva viable desde la cual los individuos puedan ser reintroducidos en su hábitat natural. A pesar de estos esfuerzos, continúa la pérdida de su hábitat lo cual unido al incremento de los asentamientos humanos al ritmo actual, parece poner en riesgo crítico la recuperación de esta majestuosa especie.