La mofeta rayada es la más conocida por las personas, es de color negro con rayas blancas en la parte posterior del cuerpo y la cola, con una pequeña área blanca en la cabeza también. Su tamaño puede variar dependiendo de la ubicación. Algunas pesan solo 7 libras, pero otras pesan hasta 14 libras. Miden entre 13 y 18 pulgadas, mientras que la cola añade entre 7 y 15 pulgadas. Los machos son generalmente un 10% más grande que las hembras. Debido al estado de conservación de la especie, se les considera de preocupación menor.
Descripción. El cuerpo de la mofeta rayada es redondo y posee pelo largo, su rostro es pequeño y la nariz es puntiaguda. Tiene una cola muy larga y tupida, sus piernas son pequeñas y pegadas al suelo. Las glándulas de olor que posee le permite expulsar un olor muy desagradable, lo hace levantando la cola y rociando a su alrededor si siente que está en peligro.
Distribución. México, Estados Unidos y Canadá son los lugares más comunes donde se encuentra la mofeta rayada. Vive en diferentes hábitats, incluyendo zonas agrícolas, pastizales y bosques. Suele trasladarse hacia nuevas ubicaciones a medida que su hábitat se va dispersando. De ahí que hayan provocado serios conflictos con las personas que construyen sus casas muy cerca del hábitat natural de este animal.
Comportamiento. Tanto los animales como las personas han aprendido a mantenerse alejados de la mofeta rayada, pues no desean ser afectados por su olor tan desagradable. Esto ocurre frecuentemente porque la mofeta vive en estrecha proximidad con los seres humanos. Durante el apareamiento los machos son más agresivos y están más dispuestos a liberar tales olores. Las hembras son más propensas a hacerlo cuando tienen que proteger a sus crías.
Esta criatura es vista principalmente por la noche, durante el día duerme dentro de sus frescas guaridas. Los machos viven solos, pero las hembras pueden vivir en grupo, compartiendo una misma madriguera.
Alimentación. Son omnívoros y disfrutan comer escarabajos, grillos, saltamontes, caracoles, hormigas, avispas, ranas, roedores, huevos de aves, granos, maíz, nueces y frutas. Son animales oportunistas por lo que van a comer cualquier cosa que puedan encontrar a su paso, con tal de garantizar su supervivencia.
A menudo se convierten en un problema alrededor campings y casas porque les gusta hurgar en la basura y comerse los alimentos para mascotas que hayan quedado afuera. Además son capaces de dañar seriamente el césped para tratar de encontrar gusanos.
Reproducción. El apareamiento de la mofeta rayada se produce de febrero a abril. Los machos salen fuera de su territorio para encontrar tantas hembras como sea posible para aparearse. Las hembras se aparean con un solo macho por temporada. Estos pueden llegar a ser muy agresivo entre sí para ganarse la oportunidad de aparearse con una hembra. Cuando lo logran, agarran a su compañera por la nuca, la montan y copulan con ella.
Las hembras crean madrigueras seguras para sus crías, que pueden ser de 4 a 8 por camada. Durante las primeras 3 semanas sus ojos están cerrados y dependen totalmente de la madre, sin embargo con solo unos días de nacidos ya son capaces de liberar el fuerte olor que caracteriza a la especie. La madre se encarga de sus hijos durante 8 semanas y luego los enseña a cazar.