Estado de conservación: preocupación menor.

Descripción. Este sapo en particular puede ser de varios colores, verde, negro, oliva y marrón. Su aspecto le permite mezclarse muy bien con su hábitat natural. Es por eso que algunos de ellos son más claros en un lugar y otros son más oscuros en otro lugar. Tienen la piel seca y verrugosa. Son muy rápidos  y con piernas fuertes. Las hembras son más grandes que los machos, pero son idénticos de no ser por su tamaño.

Distribución. El sapo de caña es originario tanto de América del Sur como América Central. Sin embargo existen varios lugares en los que se ha presentado y están prosperando. Estas áreas incluyen el Caribe y Oceanía. En estas áreas se introdujeron para ayudar con el control de plagas, en general de los diversos elementos que este sapo se consumen. Fueron introducidos para consumir escarabajos de caña, así como varios tipos de insectos, e incluso poblaciones de roedores.

Comportamiento. El sapo de caña tiene glándulas venenosas, y esto es algo a tener en cuenta. Los pequeños renacuajos son muy tóxicos para los diversos animales que pueden consumirlos, y los seres humanos podríamos enfermarnos si tocamos a este sapo, debido a sus toxinas. En algunos casos las personas han muerto a causa de comérselos.

El sapo de caña puede hacer algunos sonidos diferentes en su comunicación, pero son sobre todo tranquilos. Los expertos no saben realmente que  significan los distintos que hacen. Tienden a vivir solos, pero se encuentran entre sí a menudo, de manera que pueden participar en el apareamiento.

Alimentación. El sapo de caña posee una dieta muy especial, pues consumen materia tanto viva como muerta. De esta manera tienen mejores oportunidades de encontrar comida de forma regular. Consumen ratones, lagartos, insectos, plantas, materia orgánica, e incluso comida de los platos de los perros y gatos domésticos.

Reproducción. Los machos y las hembras serán capaces de encontrarse uno al otro cerca de la orilla de los cuerpos de agua para aparearse. Pueden participar en el apareamiento en cualquier época del año.
Las hembras pueden poner miles de huevos al mismo tiempo, y de 2 a 7 días, los huevos eclosionan. Muchos de ellos no consiguen llegar a adultos, y son consumidos por varios depredadores, tanto animales terrestres como acuáticos.

Tienen una muy alta tasa de supervivencia debido a las toxinas que pueden segregar contra los depredadores. Los sapos de caña se consideran una de las 100 especies más ampliamente introducidas, en la actualidad se adaptan bien a su nuevo hábitat, sin la necesidad de esfuerzos especiales de conservación.