La piel, a lo que también llamamos tegumento o epitelio, es un órgano. En realidad, es el órgano más grande del cuerpo, ya que constituye aproximadamente el 7% del peso corporal. Eso significa que un adulto de 200 libras tiene aproximadamente unos 3 000 centímetros cuadrados de piel, lo que pesa cerca de 14 libras. La piel tiene tres capas compuestas por más de medio millón de células.
La capa externa de la piel se llama la epidermis y a su vez, se compone de varias capas. En el exterior de la epidermis hay muchas capas de células muertas, esto se conoce como la capa córnea. Estas células nos protegen cuando tocamos o chocamos contra una superficie y mantienen alejados a los cuerpos extraños. Ellas son la razón por la que nuestra piel es resistente al agua.
La siguiente capa se compone de células vivas (queratinocitos), que con el tiempo se convierten en el estrato córneo. Dentro de esta se encuentra la capa basal que crea los queratinocitos. La epidermis también tiene células llamadas melanocitos, las cuales producen melanina, un pigmento que nos protege de los rayos ultravioleta (UV), la incidencia más peligrosa de la luz solar.
La segunda capa de la piel es la dermis. Esta incluye vasos sanguíneos, los órganos de los sentidos, glándulas sebáceas y sudoríparas, así como los folículos pilosos. Los órganos de los sentidos en la piel responden a estímulos como el calor, el frío, la presión, el tacto y el dolor. Ellos reciben la información y la pasan al cerebro para la reacción.
La gran cantidad de pelos minúsculos de la piel tienen su origen en la dermis. Ellos están unidos a los músculos más pequeños del cuerpo llamados músculos pili erector. El aire frío o un susto repentino hacen que estos diminutos músculos se contraigan y tiren de los pelos en posición vertical. Esto es lo que te pone la piel de gallina.
Los vasos sanguíneos de la dermis en la cara, por ejemplo, se expanden en un clima frío para permitir que la sangre fluya más caliente en esa zona y la cara expuesta se mantenga tibia. Esta es la razón por la que tu cara se pone roja cuando hace frío o cuando te ruborizas.
La capa más profunda de la piel se llama hipodermis. La hipodermis es una capa de fibras y grasa protectora. Aproximadamente la mitad de toda la grasa de tu cuerpo se encuentra en la hipodermis.
Las huellas digitales son modelos de crestas de fricción en nuestras yemas de los dedos y palmas que nos ayudan a agarrar las cosas sin que se resbalen. No hay dos personas que tengan las mismas huellas digitales.
La piel no solo reacciona al ambiente externo, sino también a lo que está sucediendo dentro del cuerpo. Por ejemplo, la fiebre nos dice que tenemos una infección y que el cuerpo la está combatiendo, una erupción representa una reacción alérgica de algún tipo, las arrugas muestran el envejecimiento y las pecas pueden significar daño solar.
La piel se cura de lesiones todo el tiempo. Los rasguños minúsculos en la capa externa de la epidermis desencadenan el crecimiento de nuevas células (queratinocitos) para reemplazar las que fueron separadas. Las lesiones que llegan hasta la dermis, o más profundo donde se encuentran los vasos sanguíneos, causan sangrado. A veces el área sana sin dejar rastro, pero en otras ocasiones las fibras de tejido conectivo reemplazan a algunas de las células de la piel y dejan las conocidas cicatrices.