El cocodrilo del Orinoco es uno de los cocodrilos más grandes ya que puede alcanzar una longitud máxima de hasta seis metros (pertenece al grupo que también incluye aligátores, caimanes y el gavial), con un hocico relativamente estrecho y una leve protuberancia pre orbital, es el depredador más grande de América del Sur y se han reportado machos de hasta 7 metros de longitud, aunque el tamaño máximo registrado en los estudios recientes no ha superado los 5 metros. Existen tres variaciones de color diferente, el más común es el “Amarillo”: con un color ligeramente bronceado y áreas oscuras dispersas. En cautiverio se ha observado que la piel puede cambiar de color durante largos períodos de tiempo, este fenómeno ha sido registrado en otras especies que pueden cambiar gradualmente la cantidad de melanina de la piel.

Tallas: Longitud: machos hasta 5 m, hembras hasta 3,2 m. Peso: machos 380 kg, hembras 200 kg.

Biología. Cuando desaparecen las aguas en la estación seca, El cocodrilo del Orinoco se refugia en madrigueras excavadas en la ribera del río. Las hembras reproductoras excavan hoyos para anidar en los bancos de arena visibles, por lo general ponen alrededor de 40 huevos. La hembra permanece cerca del nido para protegerlo de buitres y lagartos. La eclosión ocurre de 2,5 a 3 meses después, lo que coincide con las lluvias que traen un aumento de los niveles de agua, se han tenido conocimiento de que las madres protegen a las crías hasta por 3 años.

Los adultos son oportunistas, alimentándose de una amplia variedad de presas que se encuentran dentro o cerca del agua como peces, aves grandes y pequeños mamíferos. Los datos sobre la esperanza de vida son muy escasos, pero, al igual que otros grandes cocodrilos, el cocodrilo del Orinoco puede vivir hasta 70 u 80 años.

Rango. Poblaciones severamente fragmentadas se encuentran en el curso bajo del río Orinoco en Venezuela y Colombia.

Hábitat. Podía encontrarse en una amplia variedad de hábitats (desde los bosques tropicales hasta las corrientes de la ladera de los Andes), esta especie se ha restringido a la sabana de los Llanos y a los ríos de agua dulce estacionales.

Estado. Está clasificado como En Peligro Crítico en la Lista Roja de la UICN y figura en el Apéndice 1 de CITES.

Amenazas. El cocodrilo del Orinoco fue cazado por su piel hasta quedar al borde de la extinción durante la década de 1930 hasta 1960, mostrando en la actualidad pocos signos de recuperación, a pesar de los programas de reintroducción que están en marcha. Los cocodrilos se pueden encontrar en grandes cantidades en torno a áreas pequeñas de agua durante la estación seca, convirtiéndolos en blancos fáciles para los cazadores. Hoy se estima que hay entre 250 y 1.500 individuos en su hábitat natural. La caza ilegal por su carne y dientes (que se cree que tienen propiedades medicinales), junto con la recolección de huevos y ejemplares jóvenes sigue siendo la principal amenaza para esta especie. Otras amenazas son la destrucción del hábitat continuo, la matanza por parte de la población local y la competencia con el caimán de anteojos (Caiman crocodilus) que se encuentra en la misma zona podrían dar al traste con el futuro de esta especie.

Conservación. El cocodrilo del Orinoco es uno de los más amenazados de todos los cocodrilos debido a su pequeño rango de distribución y su población altamente fragmentada. El comercio internacional de esta especie está prohibida en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CTIES) y se encuentra protegido en la mayor parte de su distribución. Estas medidas de protección sin embargo, son en gran parte ineficaces ya que la caza furtiva sigue siendo la principal amenaza para esta especie. En Colombia se conoce muy poco acerca de la situación actual de la especie y esto sigue siendo una prioridad para cualquier plan de acción de conservación. En Venezuela un plan de reintroducción / reposición se ha desarrollado y la reproducción en cautiverio se lleva a cabo en un número importante de sitios. Se requiere un control eficaz de los cocodrilos en libertad y las medidas de protección deben ser aplicadas adecuadamente con el fin de ayudar a esta especie a recuperarse de esa sobreexplotación paralizante que tuvo en el pasado.